El cine sonoro

   En 1926 se estrenó en Nueva York Don Juan, con efectos sonoros y una partitura sincronizada y posteriormente varios cortos que fueron perfeccionando los dos sistemas, el Vitaphone (la Warner) y en competencia el Movietone (la Fox).

   El 6 de octubre de 1927 sucede un hecho revolucionario para la historia del cine: ¡comenzaba a hablar! "El cantor de jazz", de Alan Crosland, dejaba escuchar al actor Al Jolson cantando e hizo tambalear todos los planes del momento del cine mudo.

 

   Se iniciaba una nueva era para la industria del cine. También para los actores: muchos de ellos desaparecieron como tales al conocer el público su verdadera voz, desagradable o ridícula, que no correspondía a la apariencia física. Hacia 1930 el sonoro era un hecho, y el cine mudo había sido definitivamente vencido.

 

   Los estudios tuvieron que replanteárselo a pesar de que hicieron importantes inversiones para reconvertirse en sonoros. También los técnicos y los cineastas cambiaron de forma de hacer y de pensar. Y los actores y actrices tuvieron que aprender a vocalizar correctamente.

   En el mundo de los actores se produjo el pánico, ya que temieron que sus voces no fueran adecuadas a los cambios. Todos fueron obligados a pasar prueba de voz, que la mayoría pasaron, pero que otros se quedaron en el camino, como es el caso de Buster Keaton.

   Caso diferente fue el de Charles Chaplin. La llegada del cine sonoro le supuso un duro golpe, al principio se negó a aceptarlo, negándole validez artística. Evitó hablar en dos películas ya sonoras: Luces de la ciudad (1931) y Tiempos modernos (1936), que no eran en realidad sino películas mudas con músicas y efectos ingeniosamente sincronizados.

Todo hacía pensar que Chaplin, el gran mimo, sería una más de aquellas estrellas que no supieran adaptarse a la llegada del cine sonoro. Chaplin habló por primera vez en la pantalla en El gran dictador (1941), cuando lo hizo, volvió a tener el éxito de siempre.

 

En el Estado Español, los primeros estudios sonoros, los Orphea, fueron inaugurados en Barcelona en 1932.

 

   La implantación del sonoro coincidió con el crack económico de 1929 que ocasionó una Gran Depresión en los EEUU. Miles de ciudadanos encontraban en el cine momentos para huir de los problemas cotidianos. Hollywood se dedicó a producir títulos basados en los géneros fantástico,la comedia, el musical o el cine negro, con el fin de exhibir productos escapistas.

   Algunos directores de fotografía afirman que el cine sufrió un retroceso al llegar el sonoro, pués limitó enormemente las posibilidades creativas del mismo. Se perdió cierta fluidez, creatividad y ritmo. Las cámaras hacían mucho ruido, y las filmaciones debían de hacerse en riguroso silencio.

Los micrófonos lo captaban todo y al mismo tiempo no se entendían correctamente las voces de los actores. El operador encerrado en una cabina insonorizada no se enteraba nada de lo que no veía, lo que relentizaba el trabajo.

 

Como vemos, el sonido era un problema en los primeros tiempos del cine sonoro. Los actores perdían agilidad en los movimientos narrativos ya que tenían que hablar cerca de los micrófonos. Los equipos de sonido de la época exigían que la persona que hablaba se dirigiese al micrófono y a corta distancia. Los micrófonos se escondían en los floreros, tras las cortinas o en la peluca de los actores. En muchos films de aquellos tiempos se puede apreciar el envaramiento de los actores y su cercanía extraña hablando con los objetos más diversos. Un buen ejemplo de todo esto lo podemos ver en la película Cantando bajo la lluvia (1952) de Stanley Donen y Gene Kelly.

 

Hacía 1928 ya se habían superado muchos de estos problemas técnicos. Se inventó la “jirafa”, el micrófono que se coloca en lo alto de la escena y se evitaron así las cámaras insonorizadas.

Capra: Sucedió una noche, 1934

Banda Sonora Original (BSO)

 

   En inglés Original Soundtrack (OST), a veces simplemente conocido como soundtrack, como también se la conoce muy a menudo en el argot cinematográfico, o simplemente banda sonora -significando en este caso alguna versión o parte- es el conjunto de palabras, sonidos y música que acompaña a una película.

Puede ser : magnética, óptica o digital. En el primer caso, una o varias bandas de grabación magnética discurren por los bordes de la tira de película. Al ser leídas estas líneas por un aparato en sincronía con la proyección, se generan los sonidos de una manera parecida a como lo haría un lector de cassettes.

En el caso de las bandas sonoras ópticas, se trata de zonas de oscuridad y luz en uno o dos lados de la cinta del film. Las distintas intensidades de luz, se convierten en impulsos eléctricos creando el conjunto de la banda sonora.

Actualmente se utiliza el sonido digital.

Ernst Lubitsh: ser o no ser, 1942

George Cukor: Historias de Filadelfia, 1940

Western

John Ford: La diligencia, 1939

En cuanto al lenguaje cinematográfico, al principio se vuelve al “teatro filmado”, en el que el ritmo de los planos, fijos y teatrales se ven supeditados a los interminables diálogos y canciones. Aparece el género del Music-hall y de la comedia musical.

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